Mirarse al espejo y no reconocerse. Sentir que hay algo en nuestra apariencia que está «mal», aunque los demás no lo perciban. Pasar horas intentando disimular una parte del cuerpo, evitando fotos, reuniones o incluso miradas. Si alguna de estas situaciones te resulta familiar, es posible que te preguntes cómo saber si tengo dismorfia.
La dismorfia es un problema psicológico que afecta a la percepción del propio cuerpo. No se trata solo de una baja autoestima o de un deseo de mejorar la apariencia: hablamos de una preocupación excesiva, recurrente y muy angustiante por defectos físicos que, en la mayoría de los casos, son inexistentes o poco apreciables para los demás.
En PERSONALIFE Style, la Dra. en Psicología Marta Calderero ofrece un servicio especializado de Sesiones para prevenir dismorfias, centrado en detectar a tiempo estos síntomas, comprender su origen y comenzar un proceso de desarrollo personal.
¿Qué es exactamente la dismorfia?
Desde un punto de vista clínico, la dismorfia, también conocida como Trastorno Dismórfico Corporal (TDC), forma parte de los trastornos obsesivo-compulsivos. La persona experimenta pensamientos intrusivos y repetitivos acerca de su cuerpo, acompañados de conductas compulsivas como mirarse constantemente al espejo, evitarlo por completo, comparar su cuerpo con el de los demás, o buscar soluciones estéticas extremas.
Este trastorno puede afectar gravemente la calidad de vida: se evitan relaciones sociales, se desarrollan hábitos poco saludables y, en muchos casos, se experimenta un deterioro del estado emocional general.
Como saber si tengo dismorfia implica prestar atención a determinados signos que, con frecuencia, pasan desapercibidos o se normalizan en nuestra cultura centrada en la imagen.
Señales que podrían indicar dismorfia
Aunque el diagnóstico debe hacerlo un profesional de la salud mental, algunas señales de alerta que pueden ayudarte a identificar si necesitas ayuda son:
- Te obsesionas con una o varias partes de tu cuerpo (nariz, piel, pelo, músculos, etc.).
- Pasas mucho tiempo frente al espejo o, por el contrario, evitas mirarte.
- Cambias tu ropa, maquillaje o peinado con frecuencia para “esconder” tu defecto.
- Necesitas la aprobación constante de los demás sobre tu aspecto.
- Evitas actividades sociales por miedo a ser juzgado por tu apariencia.
- Has considerado o realizado intervenciones estéticas repetidas sin sentirte satisfecho.
- Tu estado de ánimo depende en gran parte de cómo te ves ese día.
Estos malestares no deben tomarse a la ligera. Si te preguntas cómo saber si tengo dismorfia, una pista clave es que el malestar que sientes no se alivia ni con cambios físicos ni con comentarios positivos de otros.
¿Qué consecuencias tiene no tratar la dismorfia?
Cuando este trastorno no se trata, puede escalar con rapidez. Algunas personas desarrollan depresión, ansiedad social, agorafobia o trastornos de la conducta alimentaria. En los casos más graves, puede haber riesgo de autolesiones o pensamientos suicidas.
Además, el círculo vicioso de la dismorfia refuerza la idea de que el problema está en la apariencia, cuando en realidad la raíz del malestar está en la percepción subjetiva, condicionada por la historia personal, la autoexigencia, el perfeccionismo o experiencias traumáticas relacionadas con la imagen.
Por eso es tan importante intervenir desde un enfoque profesional como el que ofrece la Dra. en Psicología Marta Calderero en su servicio de Sesiones para prevenir dismorfias. Estas sesiones no solo trabajan el síntoma, sino que abordan el origen del malestar desde una perspectiva integradora, emocional y psicoeducativa.
¿En qué consisten las sesiones para prevenir dismorfias?
Estas sesiones están diseñadas para ayudarte a construir una relación más sana con tu cuerpo y contigo misma. El enfoque terapéutico de la Dra. en Psicología Marta Calderero incluye:
- Evaluación psicológica para identificar distorsiones cognitivas sobre la imagen.
- Técnicas de reestructuración del pensamiento negativo.
- Reactivación conductual identitaria y potenciación del estilo personal.
- Ejercicios de reconexión positiva corporal y autoaceptación.
- Acompañamiento emocional para aumentar la autenticidad personal y la autoestima.
Además, se trabaja con un enfoque preventivo, es decir, no es necesario tener un diagnóstico para comenzar. Si simplemente notas que tu imagen se ha convertido en una fuente de estrés constante, estas sesiones pueden ayudarte a recuperar el equilibrio.
El papel de la cultura y las redes sociales
La comparación constante con modelos irreales de belleza puede reforzar la percepción negativa de uno mismo. Instagram, TikTok o filtros de belleza pueden intensificar el sentimiento de no ser “suficiente”.
Sin embargo, el problema no es el aspecto físico, sino cómo lo vemos. Y eso sí puede cambiarse con un proceso terapéutico adecuado, como el que propone PERSONALIFE Style a través de la intervención especializada de la Dra. en Psicología Marta Calderero.
Si te preguntas cómo saber si tienes dismorfia, puede que ya hayas dado el primer paso hacia el cambio. No esperes a que el malestar crezca: la Dra.en Psicología Marta Calderero puede ayudarte a ver tu cuerpo con nuevos ojos. Solicita ya tu primera sesión en PERSONALIFE Style y empieza a cuidarte desde dentro.






